Mound Builders es un juego de mesa en solitario creado por
Ben Madison y Wes Erni, editado por VPG
en este 2014.
Pertenece a la línea de la editorial State of Siege, todos
juegos en solitarios, que usan un sistema base, pero que en cada juego añade
nuevos elementos.
Mound Builders nos sitúa al mando de la cultura
pre-colombina del Norte de America, desde su florecimiento y expansión, hasta
su declive con la llegada de los españoles al continente.
Como casi todos los juegos de VPG, Mound Builders se puede
adquirir en una versión con caja, o en una más económica en bolsa Zip.
Esta última es la que tengo yo, ya que si se pide para
España, te aseguras de que no te paren el paquete en aduana al llegar en sobre
acolchado.
En ella, encontraremos un mapa de juego, 50 cartas, 49
marcadores/fichas de juego, un manual a color de 30 páginas, y una hoja de
ayuda para el juego, aparte de un minúsculo dado que nunca usaras pero que está
gracioso.
La calidad en general es buena, y la verdad es que se nota
bastante como VPG crece y aprende a pasos agigantados en este aspecto, que a lo
mejor nunca podrá llegar a niveles de empresa grande, pero ya si creo que está
en unos niveles aceptables, aunque todos sabemos que realmente lo que importa
es el juego.
Obviamente, cuando uno piensa que la edición en bolsa sale
por menos de 20 euros, y lo comparas con los precios de otros juegos, entonces
si que descubres que vale la pena.
Aunque el juego pertenece a la línea State of Siege, y su sistema es el mismo
(cada turno el jugador saca una carta del mazo de eventos, y debe de mantener
su capital que es asediada por varias ejércitos rivales), la progresión del
mismo desde los primeros títulos ha sido grande.
Para empezar, Mound Builders se divide en tres eras muy
diferenciadas.
En la primera, sin ejércitos hostiles, el jugador,
comenzando solo con la capital central, debe aprovechar el tiempo que le da el
mazo inicial para extender y ampliar su imperio.
Tras esta, en la segunda era ya si aparecen los rivales, que
intentaran llegar a la capital y tomarla.
El jugador intentará mantener sus territorios, y sobre todo
alejar en lo más posible a los rivales de su centro del imperio.
Finalmente, con la llegada de los españoles al continente,
las cosas se le pondrán al jugador aún más imposible, al tener que lidiar con
todas las fichas enemigas.
Obviamente, que la saga gane en complejidad tiene un coste,
que no es otro que un mayor despliegue a cargo del jugador en cada era, y tener
que estar pendiente de muchos más detalles, entre ellos las distintas áreas que
el jugador controla, cada una con un elemento de recurso distinto, y que es
necesario conocer el total para algunos momentos de la partida.
Esta misma dificultad añadida es la que hace que el manual
de reglas sea más complicado de traducir que los anteriores, lo que puede echar
para atrás si no terminas de dominar el idioma.
Mound Builders me ha parecido un gran solitario, y sobre
todo, y lo que es más importante, todo un reto para el jugador.
Algunos detalles son muy cuidados (como el uso de la pipa de
la paz) y demuestran un gran trabajo de diseño.