CROWDFUNDING, KICSTARTER y otras cosas del liar.

Hará ya unos años que el crowdfunding llegó, y parece ser que para quedarse, al mundillo de los juegos.
Supongo que a esta altura, no habrá que explicar a cualquier lector de este sitio que es.

También es cierto que, antes, y sobre todo en el mundo de los wargames, ya existían las pre-order o P-500, que más o menos era lo mismo.

Por desgracia, y con el paso del tiempo, el concepto crowdfunding se ha terminado prostituyendo.
Lo que en un principio era una plataforma para que autores independientes pudieran sacar a flote un pequeño juego, ha degenerado a una vorágine de empresas, ya antes establecidas, pero que se aprovechan del crowdfunding para vender inclusos antes de fabricar sus juegos.
El problema es que, claro, en el camino hacen que los pequeños autores se queden sin apoyo, ya que el publico se deja engatusar por miles de miniaturas de colores, nombres famosos y licencias millonarias.
Ya no importa el juego, ya solo importa vender y más vender, y que al mecenas el juego le entre por la vista.
Pocos recuerdan que esas empresas pueden sacar el juego de por sí. y que quien más necesita su ayuda son los que hacen juegos con menos decoración y luces de neón.
Esto debería de haber sido parado por las distintas empresas que sirven de soporte para los crowdfundings, pero ya sabemos que el dinero es el dinero.

La otra degeneración del asunto son los, cada vez más habituales, retrasos en las fechas, que en algunos casos llegan a años de espera.
Hasta el tito Wallace tiene pendiente un juego de entregar desde hace años, y famoso es un caso de una norteamericana que no puede entregar el juego (ya pagado) porque dice que no la dejan los extraterrestres.
Curioso fue otro mezcenazgo de un juego basado en los Mitos, donde se recaudó una burrada de dinero (más de 120.000 dolares), y a los pocos meses el señor dijo que no sacaba el juego porque se había gastado el dinero en viajar y en papeleo, y ya no le quedaba nada.
Eso si, para tranquilidad de todos, afirmaba que en cuanto encontrara trabajo abriría una cuenta corriente para ir ahorrando y devolver el dinero...

Y es que, en la mayoría de los crowdfundings, y aunque la gente se piense otra cosa, ser mecenas te da derecho a recibir un juego, pero no especifican cuando.
A lo mejor hasta Cthulhu se echó a dormir esperando su copia de "Huida Silver City: La Huida" y ahí sigue el pobre...