viernes, 9 de noviembre de 2018

Stalingrad Inferno on the Volga




Tenía mi colega, a la postre dueño y el que hizo el desembolso por el juego, mucho Hype acumulado por este wargame.
Tiene cubitos, algo que para él ya es sinónimo de brillantez y elegancia wargamera, y a mi me lo vendió como que incluía solitario cooperativo.

En su primera partida solo, perdió, y el hipe le seguía subiendo, pero llegó el momento de jugar los dos juntos contra la roja IA, y hay, por lo menos para mi, se acabó el hipe, y el juego demostró lo que es, un vistoso y bonito wargame ligth, con una IA sencilla y sosa, que en cuanto descubres la forma de ganarle (a la primera si eres listo y bello como yo, dos si eres plastiquero de corazón como él), se vuelve aburrido y sin ningún aliciente, salvo que tus dedos sean mensajeros del dios del infortunio, y falles tiradas como si no hubiera un mañana.
Para colmo el solitario cooperativo es un mal apaño, y me da que el juego con un jugador ruso tiene pinta de ser otro, que seguramente tampoco va a quedar bien.

Resumiendo resumido, un olvidable solitario disfrazado de wargame, con un precio hinchado para lo que propone y te termina dando.









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