jueves, 26 de junio de 2014

HEADS OF STATE


Juego de esos de mayorías, creado por Peter Hawes y editado en 2008 de 2 a 5 jugadores.


Lo primero que llama la atención del juego es el arte, en el cual se usan rostros reales, creo que de los creadores/editores y testeadores del mismo, para representar los distintos nobles que usaremos durante la partida, que queda bastante raro, sin duda.

HEARDS OF STATE nos pone en la piel de un linaje noble que quiere dominar Europa.
Para ello, a lo largo de 3 turnos, cada uno de ellos equivalentes a 100 años, iremos creando nobles en las distintas provincias de los cuatro países del juego, y de vez en cuando podremos usar cartas para eliminar a los nobles del rival y colocar a los nuestros.

En cada ronda, un jugador puede tomar 3 cartas de "recursos" de un mercado abierto, llevarlas a su mano, para a continuación colocar todos los nobles que pueda y quiera en el mapa, siempre que descarte un numero exacto y concreto de cartas, y que la casilla esté libre.

La otra opción es robar una carta de asesinato y una de recurso, para después jugar cartas de asesinatos sobre los nobles rivales, y si puede reemplazar al eliminado por uno suyo.

Y ya está, porque no hay más.

Los jugadores van recibiendo puntos por varios factores (ser el primero en colocar un noble en cada provincia, ser el primero en tener un noble de cada tipo,ser el primero en colocar un noble en cada provincia del mismo país, dominar un país al final de cada ronda, y tener más nobles del mismo tipo al final del juego).

Creo que, el juego pide mucho para lo poco que da.
Tienes que estar pendiente del tipo de noble que tienes, del que tienen los demás, de la mano, de la mesa, y todo para que al final  la jugada te la marque los recursos que te han llegado en tu ronda.

Otro asunto son los entre-turnos.
Como hasta que no sea tu ronda no puedes pensar que vas a jugar, cada jugador no le queda otra que estar bastante tiempo viendo lo que le ha salido, recordando lo que tiene, lo que pide cada noble, y remirando la mesa para saber si está libre o no lo que quiere colocar.
En resumen, cerca de 5 minutos por ronda de cada jugador...

Un juego soso y aburrido, que hubiera ganado más con un par de mecánicas más para darle vidilla, que se queda solo en lo gracioso del mapa y el "arte" tan peculiar.
Aparte de como juego ser malo, el apartado gráfico y el diseño en general no ayuda al jugador, y se vuelve muy difícil casi todo, sobre todo diferenciar entre los nobles en el mapa.

Por cierto, no creo que escale bien a 2, mínimo 3.

LO MEJOR  Si te aburres, ponte a matar nobles y te echas unas risas. Matar un Rey no tiene precio.
LO PEOR     Demasiado simple, con apenas juego ni chicha.












2 comentarios:

Masama dijo...

Cada día estas más persona mayor....

Si es verdad que el arte del juego es curioso...por no decir otra cosa, pero el juego no es aburrido. Hombre, no es un must have... pero tiene su cosika..

Lo que te ocurre es que has probado las mieles de los wargames y estos euros no te llenan como antaño....
Pero no te preocupes, me estoy leyendo el manual de The Supreme commander y te va a encantar cuando mis huestes fascistas aniquilen tus últimas reservas en el Moscú.....:)

JAMR dijo...

Matame camión...